Jorge Alberto Pellicer: el entrenador que llevó a la UC a pelear en lo más alto en Chile y Sudamérica
Universidad Católica enfrentará a Audax Italiano en el inicio de la segunda rueda del torneo. En Frecuencia Cruzada revisamos la historia de una figura emblemática del club, que nació futbolísticamente en el cuadro itálico, pero que hizo historia en San Carlos de Apoquindo como entrenador.
Una breve carrera como jugador
Jorge Pellicer nació el 7 de febrero de 1966 en Santiago. Desde pequeño mostró una gran pasión por el fútbol, jugando en el club de su barrio, Villa Santa Elena, en las cercanías de un estadio Monumental que aún no se inauguraba. Esa afinidad con el balón lo acompañó toda su vida.
Como mediocampista, integró la selección del Instituto Nacional, desde donde dio el salto a las divisiones inferiores de Audax Italiano. Debutó profesionalmente en 1984. En 1991, fue fichado por Deportes Temuco, donde se consagró campeón del torneo de ascenso.
La temporada siguiente recaló en Unión Española, donde vivió una nueva alegría: la obtención de la Copa Chile. Sin embargo, su carrera se vio abruptamente interrumpida al ser diagnosticado con hepatitis a los 24 años. Pasó dos meses postrado y, por decisión propia, se retiró del fútbol a los 26.
Pellicer ya había cursado Pedagogía en Educación Física en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación. Tras colgar los botines, realizó el curso de entrenador en el INAF, con una convicción clara: su futuro seguía vinculado al fútbol.
“Un director técnico formado en Universidad Católica”
En el año 2000, Ronnie Radonich lo incorporó a Universidad Católica como encargado de la Sub 16. Fue un proceso de aprendizaje mutuo: mientras guiaba a los jóvenes talentos, Pellicer absorbía la filosofía, los valores y el funcionamiento del club.
Durante su etapa formativa en la UC, participó en la formación de futuras figuras del fútbol chileno, como Mauricio Isla, Gary Medel, Mark González y José Pedro Fuenzalida.
Esa experiencia lo marcó profundamente. En varias entrevistas ha afirmado que, si bien obtuvo su título como DT en el INAF, se considera a sí mismo “un director técnico formado en Universidad Católica”. Para él, la Franja debía aspirar siempre a lo más alto y ser protagonista en todos los torneos.
El inolvidable 2005
En abril de 2004, Universidad Católica no atravesaba un buen momento. Bajo el mando de Óscar Garré, el equipo acumulaba siete derrotas en nueve partidos. La dirigencia decidió un cambio y confió en Pellicer.
Aunque en el Apertura quedaron fuera de playoffs por apenas dos puntos, el nuevo cuerpo técnico logró establecer una identidad de juego clara y ambiciosa: dos stoppers, un volante mixto y otro ofensivo, con un fútbol vistoso, ordenado y agresivo. Figuras como Jorge Quinteros, Darío Conca y Jorge Ormeño brillaron bajo su mando.
La UC fue puntera en la fase regular de los tres campeonatos siguientes (Clausura 2004, Apertura y Clausura 2005), semifinalista en los dos primeros y protagonista en la Copa Sudamericana, donde alcanzaron las semifinales y cayeron frente al poderoso Boca Juniors de Alfio Basile. Tras empatar en La Bombonera con un polémico gol anulado a Quinteros, los cruzados cayeron por la mínima en San Carlos.
Sin embargo, 2005 no terminaría solo con un consuelo. En el Clausura, la UC enfrentó a Universidad de Chile en la gran final. Luego de ganar 1-0 en la ida y caer 2-1 en la vuelta, el título se definió desde los doce pasos. En un Estadio Nacional repleto, el equipo de Pellicer se consagró campeón en una tanda inolvidable.
Adiós a San Carlos
En el segundo semestre de 2006, pese al título y los éxitos internacionales, la dirigencia decidió poner fin al ciclo de Pellicer por los malos resultados. Se fue habiendo llevado al club a alturas que hacía años no alcanzaba.
Su siguiente destino fue el fútbol venezolano, donde dirigió al Unión Atlético Maracaibo y se consagró campeón de la Primera División en la temporada 2006-2007.
En 2008 regresó a Chile para dirigir a Universidad de Concepción, con la que ganó la Copa Chile ese mismo año. Aunque los años siguientes no tuvo mayores hitos con ese club ni con Deportes Iquique (2011), su capacidad seguía intacta.
En 2012 asumió en Huachipato, donde vivió su última gran consagración: el título del Torneo Clausura 2012, que marcó un hito para el club y reforzó su imagen como uno de los técnicos más exitosos formados en Chile.
Sus últimos pasos como DT fueron en Audax Italiano (2014) y Unión Española (2021), año en que decidió retirarse. Aunque no alcanzó el brillo de épocas anteriores, su legado quedó claro: un técnico con vocación, formación y pasión. Un cruzado más, que ayudó a escribir páginas doradas en la historia reciente del club.
Por Vicente Housset
