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U. Católica 2-1 Cobresal: la UC se hace fuerte en el Claro Arena

Dos partidos oficiales en el Claro Arena y dos victorias. Universidad Católica volvió a defender su nueva casa con jerarquía, remontó ante Cobresal y terminó abrazando un 2-1 que vale oro en la ilusión de volver a la Copa Libertadores.

La tarde tenía una ausencia sensible: Fernando Zampedri no estuvo por lesión. Pero la UC demostró que este plantel tiene variantes. Diego Valencia ocupó su lugar, y Cristián Cuevas reapareció para darle esa chispa tan suya. Con Cimbi en cancha, Garnero gana un comodín que siempre contagia.

En el primer tiempo, el equipo mostró paciencia con la pelota y profundidad con Clemente Montes, el jugador más peligroso en ofensiva. Aun así, Cobresal se cerró con línea de cinco y apostó al error. Y lo encontró a los 36′, cuando un mal pase de Arancibia terminó en gol de Coelho. Golpe duro, pero no definitivo.

Porque en el complemento la Católica salió con otra cara, la de un equipo que no se rinde. A los 49′ llegó el empate: Branco Ampuero, con alma de delantero, conectó de cabeza tras un centro de Arancibia. Golazo de un capitán (tras la salida de Gary Medel) que siempre aparece en las difíciles.

La UC siguió empujando. Cobresal intentó sorprender en el final. Pero cuando la fe está intacta, la pelota detenida se transforma en un arma letal.

Así, a cuatro minutos del final, llegó la jugada que desató la locura: córner al segundo palo, toque de José Tiznado y autogol minero. Diego Valencia, que había luchado en silencio todo el partido, lo celebró como propio, junto con toda la hinchada que hizo temblar el Claro Arena.

Con esta victoria, la UC llegó a 36 puntos (todavía con un partido pendiente ante Ñublense), a solo tres de Palestino, que ocupa el Chile 3 para la Libertadores. En su nueva casa, la Franja muestra carácter, demuestra que está para pelear arriba y confirma que este estadio será una fortaleza cruzada.