Luis Alejandro Osorio: el motor de dos campeonatos inolvidables para la UC
Universidad Católica recibe a Ñublense por la fecha 19 del Torneo Nacional. En la previa, vale recordar a un jugador que defendió ambas camisetas y fue clave en dos títulos cruzados frente a sus clásicos rivales: Alejandro “Janino” Osorio.
Inicios en Rancagua
Nacido el 24 de septiembre de 1976 en Rancagua, Osorio se formó en O’Higgins y debutó en 1994. Un año antes, había sido parte de la histórica campaña de la selección chilena Sub 17 en el Mundial de Japón, donde Chile logró el tercer lugar. En ese torneo, dirigido por Leonardo Véliz, Janino marcó un gol a Polonia tras eludir a dos defensores. Compartió equipo con nombres como Sebastián Rozental, Héctor Tapia y Manuel Neira.
En 1995 llegó a Universidad Católica. El mediocampista se incorporó a un plantel lleno de figuras como Mario Lepe, Néstor Gorosito y Alberto Acosta. Aunque al principio fue alternativa, de a poco se ganó un lugar. Su habilidad para generar juego y recuperar balones llamó la atención de Manuel Pellegrini y, luego, de Fernando Carvallo, quien asumió en 1996 con el objetivo de romper una sequía de nueve años sin títulos.
Fue precisamente con Carvallo como DT que Osorio logró levantar su primera copa. En el Torneo de Apertura 1997, fue titular en la final ante Colo Colo, siendo clave en la jugada del segundo gol cruzado en la goleada 3-0 de la revancha. Ese título fue especial por el rival y por el rol que Janino tuvo como volante mixto.
En 2000 partió al fútbol argentino para jugar en Estudiantes de La Plata, donde retrasó su posición en el campo. Luego pasó por el Beira-Mar de Portugal y volvió a la UC en 2004.
La segunda etapa
En su segunda etapa fue parte del equipo que alcanzó las semifinales de la Copa Sudamericana 2005 y ganó el Clausura ese mismo año, en una final ante Universidad de Chile. En ese partido marcó el primer gol tras una pared con Francisco Arrué, en una jornada que terminó con la UC levantando su noveno título nacional. Finalmente, la Franja ganó por penales.
Tras su paso por los cruzados, en 2007 fichó por Deportes Antofagasta y luego por Deportes Concepción. En 2008 llegó a Ñublense, donde vivió otro momento histórico: fue el autor del primer gol del club en una competencia internacional, marcando el 1-0 ante Sport Ancash en la Copa Sudamericana.
En 2009 se despidió del profesionalismo en Cobreloa, cerrando una carrera de más de una década en el fútbol chileno y extranjero. Alejandro Osorio no fue de los más mediáticos, pero su aporte en momentos claves lo convirtió en un jugador importante en la historia reciente de Universidad Católica. Un volante completo, silencioso pero decisivo, que también dejó huella en la historia de Ñublense.
Por Vicente Housset