Entrevista Raimundo Rebolledo post tetra
4 de diciembre de 2021. Pitazo final. Raimundo Rebolledo rompió en llano. Como nunca antes, al marcador de punta se le veía muy emocionado festejando el título, uno que por momentos parecía escaparse. Este jueves, con la tranquilidad de los días post campeonato, “Catuto” conversó distendida y extensamente con Frecuencia Cruzada.
Un torneo distinto: Un desgaste físico y mental
Universidad Católica logró algo inédito para el fútbol chileno, un tetracampeonato en torneos largos, una palabra difícil de digerir a la primera: “Con los días uno le toma el peso a lo que logramos. Es algo muy grande, muy importante y difícil. Mantenerte cuatro años a tope. El desgaste físico y emocional se siente y en estos días he aprovechado de no hacer nada”, contó el lateral derecho.
Para el “21” fue un torneo complejo tanto dentro como fuera de la cancha, además de la rebelde lesión que lo privó de jugar la recta final, transparenta que el cansancio mental para evitar contagios fue grande: “Me prive de ver amigos para no tener problemas. Ahora he hecho cosas que no podíamos durante el campeonato”.
En ese sentido, desde el club le pidieron al plantel realizar una concentración casi absoluta en sus casas, para evitar cualquier situación de salud que los sacara de foco: “En la Católica siempre cumplimos con los protocolos. Cualquiera se puede contagiar, es algo del día a día, pero la idea era no contagiar al resto del grupo. Uno no quiere arriesgar la integridad de los compañeros”, dijo Raimundo.
El marcador afirma que el hecho de no poder salir a distraerse los tenía pensando todo el día en el campeonato, que, como sabemos, terminó de la mejor forma. “Sabíamos que necesitábamos los resultados y eso cansa, sumado a que no podíamos vivir como en años anteriores, estábamos todo el día pensando en los partidos. Encima en uno de los torneos más peleados del último tiempo, donde luchamos hasta la última fecha”, intimó el diestro, que ya había vivido una situación similar en el cierre del torneo pasado.
Un remezón positivo: La llegada de Cristian Paulucci
En un momento determinado, el tetracampeonato parecía una tarea titánica. Sin embargo, cuando las cosas no se dieron, la dirigencia optó por sacar a Gustavo Poyet y darle a Cristian Paulucci la misión de llevar las riendas del plantel, algo que terminó siendo bueno en lo futbolístico, pero sobre todo en lo anímico: “A Cristian lo conocemos hace tiempo y siempre ha sido muy de piel con el grupo; eso al jugador lo hace sentir bien”, asegura el “Catuto” Rebolledo.
En lo que al balompié respecta, Paulucci —con el conocimiento de lo hecho por los últimos tres cuerpos técnicos — optó por volver al “Modelo Holan”: “Cristian cuando asumió trató de plasmar lo que veníamos haciendo con Ariel, que es el fútbol con el que nos sentimos representados. Poyet tenía una idea que no era mala, pero nosotros estamos preparados para jugar de otra forma”.
En crecimiento constante: Su evolución
Raimundo Rebolledo Valenzuela es un jugador versátil, que puede jugar como lateral por la derecha o la izquierda, y que no nos sorprenda si algún día lo vemos en otra posición, sin embargo, no siempre fue así, ya que él ha crecido mucho con los años: “A mi todos los técnicos me han ayudado a crecer. Uno no sabe cómo le va a tocar jugar y debe adaptarse a las situaciones. De a poco he ido incorporando distintos matices. Antes solo llegaba al fondo, pero hoy también meto en la línea de volantes”.
A muchos les sorprende que cuando juega de lateral por el lado zurdo responde a cabalidad, como si conociese el puesto desde siempre, pero eso es parte de una inteligencia táctica ganada, que ha caracterizado a los canteranos cruzados: “La primera vez que me tocó por la izquierda fue con Beñat. En el primer entrenamiento me costó un montón perfilarme y marcar. Pero en el partido se me dio todo, el “Luli” (Aued) me apoyó mucho en ese sector de la cancha. Los compañeros lo hacen más fácil”, nos contó un memorión Raimundo.
Este se dio la vuelta larga, fue bicampeón en 2016, sin jugar, por lo que para 2017 buscó nuevos aires y partió a préstamo: “Para mí fue importante irme, necesitaba jugar y Curicó me abrió las puertas. Cumplí mi meta que era sumar minutos. Me tocó vivir la lucha del descenso hasta la última fecha y es una experiencia que me servirá para toda la vida”.
La posición de lateral derecho es especial, un puesto donde la UC históricamente ha tenido grandes futbolistas, entre ellos Cristián Álvarez, quien fue un consejero para Raimundo en su temporada de irrupción: “En el 2018 compartí con el Huaso y el guio mucho, como un papá, por sus consejos. Es un compañero y amigo muy importante”, aseveró Raimundo, acordándose del gran capitán.
La curva de Rebolledo ha sido ascendente, llegando a su punto más alto cuando a fines de 2020 le tocó portar la jineta en algunos partidos: “Fue una experiencia inolvidable. Mi primera capitanía, contra Audax Italiano en La Florida, en un partido polémico. En ese encuentro me apoyaron mucho los referentes, me sentí bien y ya después tuve más tranquilidad. Es un orgullo”.
Es sabido que en la Católica es una tradición que el capitán sea nacido en casa, así y todo, Rebolledo asevera que no es para cualquiera, sino que además de ser canterano se deben tener ciertas aptitudes: “Hay que poseer una cuota de liderazgo. Si uno no tiene carácter, no se la darían”.
Un plantel de amigos: Los jóvenes y los no tanto
La buena relación que hay en la plantilla de Universidad Católica es algo de conocimiento público. Se nota a leguas. Raimundo es cercano a los de su edad, pero también a algunos más grandes: “Nacho (Saavedra) es un gran amigo para mí, siempre ha estado ahí. Con Diego (Valencia) forjamos un gran lazo cuando vivimos juntos, estábamos todo el día acompañándonos. Luciano (Aued) siempre quiere lo mejor para uno y nos juntamos mucho afuera de la cancha”.
Esta buena interacción se refleja dentro del terreno, donde todos son una familia. A “Catuto” le preguntamos a cuál de los centrales prefiere tener a su lado, y pese a que elogió a todos, marcó una preferencia: “Jugar con cualquiera es un agrado, por algo están en la Católica, tienen la capacidad técnica, táctica y física para responder. Pero con Germán (Lanaro) es con quien más me siento cómodo”, reconociendo la experiencia y sentido de ubicación del zaguero.
Una carrera en subida: Multicampeón y soñador
El marcador de punta a sus 24 años exhibe un palmarés con diez títulos. Envidiable. Una situación a la que no le había tomado el peso hasta el sábado pasado: “En este título tenía una emoción gigante, cuando sonó el pitazo lloré. He conseguido muchos, pero fue especial. Por ahí pasa la emoción. Para mi jugar es muy importante y lo estaba haciendo hasta que me lesioné”
Aun así, sabe que es joven y que su carrera aún no toca techo, los sueños siguen existiendo en este exitoso lateral derecho: “Llegar a la selección sería uno, lamentablemente no se me ha dado, pero estoy seguro de que si tengo un buen rendimiento llegará la oportunidad. Llegar al extranjero es un plus y también es una meta”.