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Matías Tomás Palavecino: el nuevo cerebro que llega a la precordillera

Matías Palavecino ya pisa la precordillera. El volante argentino firma con la UC justo después de ganar el título con Coquimbo Unido. Daniel Garnero teine su enganche y promete tomar las riendas estudiantiles en 2026.

En San Carlos lo ven como algo más que un refuerzo. Lo consideran un futbolista llamado a ser protagonista desde el primer día, un mediocampista ofensivo para ordenar al equipo desde la pelota y asumir la responsabilidad en los momentos decisivos. Su arribo responde a una convicción interna: Palavecino siempre fue la primera opción para ocupar ese rol creativo que el equipo venía extrañando.

La figura del campeón

La UC no fue por cualquier jugador: es por una de las figuras del último campeón chileno. Con Coquimbo Unido, Palavecino disputó 28 partidos de liga, superó los 2.400 minutos, convirtió cuatro goles y aportó una alta tasa de asistencias, cifras que lo instalaron entre los mediocampistas más influyentes del torneo.

Sin embargo, su impacto fue más allá de los números. En el club aurinegro subrayan su capacidad para aparecer entre líneas, su remate de media distancia y su ascendencia en la pelota detenida, virtudes que ordenaron gran parte del circuito ofensivo. A eso se suma su temple competitivo. Respondió en partidos grandes, pidió la pelota cuando quemaba y se transformó en un referente silencioso del plantel que terminó levantando la copa.

En la precordillera existía un diagnóstico compartido. El equipo necesitaba un mediocampista creativo probado, capaz de acelerar, pausar y decidir cerca del área rival. Palavecino encaja en ese molde. Puede jugar como enganche clásico detrás del nueve o como interior adelantado, partiendo unos metros más atrás, pero con libertad para romper líneas y pisar el área.

Su llegada a costo de pase, tras finalizar su vínculo con Coquimbo, permitió a Cruzados trabajar con mayor holgura una propuesta competitiva en medio del interés de otros clubes chilenos y extranjeros. La imagen entrando junto a Buljubasich también deja un mensaje político: Católica pretende recuperar protagonismo a partir de nombres de peso.

Un recorrido largo

Nacido en 1998 y formado en Rosario Central, Palavecino comenzó su camino profesional en el Canalla. Posteriormente tuvo pasos por Patronato y Belgrano en el fútbol argentino, además de experiencias en el exterior en ligas como la eslovena y la peruana, etapas en las que alternó titularidad y suplencia sin terminar de consolidarse. Su punto de quiebre llegó en Chile. En Coquimbo Unido encontró continuidad, confianza y un lugar central dentro del equipo; regresó al club, se afirmó y terminó convirtiéndose en figura del mediocampo del campeón.

Hoy abre un nuevo capítulo en su carrera. Universidad Católica lo recibe como el socio de creación que el plantel venía esperando. Su misión es conectar el mediocampo con el ataque, devolver fluidez entre líneas y volver a instalar en la franja esa cuota de talento que en los últimos años se había ido diluyendo. Palavecino arriba con un título reciente, con madurez competitiva y con el desafío de transformarse en el nuevo conductor del equipo cruzado.

Por Martín Altamirano