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Rubén Fernando Carvallo: un formador y campeón que dejó huella en la UC

1966. Un joven zurdo, formado desde niño en las inferiores de Universidad Católica, salta al campo grande y, en su primera temporada, ya conoce la gloria: la UC levanta el título de Primera División. Así comienza la historia de Fernando Carvallo con la Franja, una relación que se prolongaría por más de cinco décadas entre cancha, banco y formativas.

Un inicio prometedor

Mediocampista elegante, dueño de una zurda precisa en los tiros libres, Fernando Carvallo defendió la camiseta de la UC hasta 1972, compartiendo camarín con su hermano Luis Hernán y ganándose el respeto de la hinchada. Ese mismo año, un breve préstamo a Unión San Felipe lo llevó a disputar la Copa Libertadores, donde dejó su huella con un gol. Al año siguiente emprendió un viaje que marcaría su carrera: su paso por el Cádiz de España, donde vivió una etapa inolvidable, coronada con el histórico ascenso a Primera División en 1977.

El regreso a Chile lo llevó a Unión Española, club donde se retiró en 1982. Pero su vínculo con el fútbol estaba lejos de terminar: lo suyo sería la formación. Primero en las divisiones menores de la UC, luego como interino del primer equipo y, finalmente, como entrenador principal en 1996 tras la salida de Manuel Pellegrini.

El DT campeón

Con Católica alcanzó uno de los hitos más recordados de los 90: el título del Torneo de Apertura 1997, con victoria en la final sobre Colo Colo. También sumó buenas campañas, y sobre todo, consolidó su figura como un técnico cercano, de convicciones claras y con profundo sentido de pertenencia al club.

Sus pasos posteriores incluyeron Palestino, Unión Española y un segundo ciclo en la UC en 2007-2008. En 2011 asumió como técnico de la Selección Sub 20 de Chile, cargo al que renunció un año después en solidaridad con Claudio Borghi, en un gesto que reflejó su esencia: la lealtad.

Desde 2022, Carvallo continúa ligado al fútbol como jefe del fútbol joven de Deportes Iquique. Allí sigue trabajando con nuevas generaciones, transmitiendo la misma pasión que lo acompañó desde su debut en San Carlos.

Más allá de títulos y campañas, el nombre de Fernando Carvallo siempre quedará asociado a la formación, al amor por la camiseta y a la convicción de que el fútbol también se juega en la construcción de futuros. En la memoria cruzada, su legado persiste.