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[Perfiles] Nicolás Ignacio Castillo: El hincha que saltó del tablón a la cancha para hacer historia

El artífice del primer bicampeonato en la historia de la UC. Goleador del Apertura y Clausura 2016. Su historia comienza en 2007, cuando llegó a la Sub 14. Tres años después, debutó y con gol. Luego, vendrían pasos por Bélgica, Alemania e Italia para retornar a la Franja a principios de 2016 y transformarse en uno de los referentes del equipo. En aquel año levantaría tres trofeos con Universidad Católica: Apertura, Clausura y Supercopa. Esta es la historia del hincha que saltó a la cancha para hacer historia.

Lo de Nicolás Castillo fue una rápida irrupción. Desde el primer partido que disputó en aquella Sub 14 del 2007, se notaba que era distinto. El 22 de mayo del 2010 fue su debut y con estreno goleador. Su casa, como él ha dicho, San Carlos de Apoquindo, fue testigo de aquella primera diana como profesional cuando marcó el último tanto en la goleada 10-0 ante la Selección de San Pedro de Atacama, en la Copa Chile. En diciembre de ese año, sería condecorado cómo el Mejor Jugador del Fútbol Formativo de la Universidad Católica, marcando el inicio de una historia única.

En 2011 levantaría su primer título como profesional con la UC tras alzar la Copa Chile. En ese certamen viviría días inolvidables, como aquel doblete ante Colo Colo en el estadio Monumental en la tercera fase. De a poco se empezaba a consagrar. En 2012 llegó su debut internacional en Copa Libertadores, su primer gol en Primera División y también una histórica campaña en Copa Sudamericana, llegando a semifinales. En ese último campeonato, Nico aparecería en momentos claves, marcándole a equipos de peso en el extranjero, como Independiente de Avellaneda y Sao Paulo, en las rondas decisivas de la competencia subcontinental. Por si eso fuera poco, fue elegido como el Mejor Jugador Joven de esa competición. El renquino se había ganado el corazón de los cruzados.

Foto: Photosport

El canterano de la Franja se empezaba a hacer conocido a nivel mundial. A principios del 2013, es nominado para el Sudamericano Sub 20 a disputarse en Mendoza. Tendría un debut goleador tras marcar el único tanto en la victoria por la mínima de la Roja, dirigida por Mario Salas, uno de sus padres futbolísticos, ante Argentina. Allí marcó cinco goles en siete partidos. Chile se clasificó para la Copa del Mundo de Turquía y, por supuesto, el ariete fue el delantero titular del combinado nacional aportando cuatro goles en el torneo de los mejores juveniles. Una buena campaña a nivel local le valió ser traspasado al Brujas de Bélgica a fin de año. Dirigidos por Martín Lasarte, Castillo sería el líder del ataque de la UC junto a Ismael Sosa, formando una gran dupla, que vivió la ingratitud del fútbol en instancias finales. Sin embargo, al tiempo llegaría su revancha.

Tras años complicados en el Viejo Continente, donde no logró consolidarse, decidió retornar en 2016. Eran años aciagos para Universidad Católica. Ganábamos durante todos los fines de semanas, o casi todos, pero el título era esquivo. Por eso, la consigna de Nicolás Castillo al momento de su presentación era clara: recuperar la memoria y ser campeones.

El Clausura fue un torneo difícil. Irregular en muchos aspectos. Con el 30 en la espalda se transformó en héroe marcando 11 goles, consolidándose como el máximo artillero de la competencia. Su buen semestre le valdría la nominación de Juan Antonio Pizzi a la Selección. En Estados Unidos, la Roja tenía la misión de revalidar el título conseguido en Santiago y ahora Castillo era uno de los protagonistas. El estratega, quien lo tuvo en Universidad Católica cuando todavía era un promisorio juvenil, le dio la oportunidad de entrar en la final.

Era su quinto partido por el combinado adulto. Ingresó en el alargue y se mostró movedizo. Tras igualar sin goles, el trofeo centenario se definía desde los lanzamientos desde el punto del penal. Esto es historia. Luego de un partido extenuante, las figuras de ambos elencos erraron sus lanzamientos. Arturo Vidal, de impecable actuación, no pudo ante el cansancio y le dio con poca fuerza a la pelota. Contuvo Sergio Romero, especialista en la instancia. Vino Lionel Messi y sorprendió al mundo errando su disparo. Eso le dio aire al país y Castillo fue el encargado de hacerlo respirar definitivamente. Con un disparo impecable reencamino la ruta de Chile ante Argentina y finalmente, con otro cruzado anotando el definitivo como lo es Francisco Silva, la Selección y Castillo fueron campeones en Nueva Jersey. Cómo un ídolo, volvería a nuestro país para conquistar el primer bicampeonato en la historia del club siendo el artífice principal del Apertura 2016 con 13 goles. Cuatro en un partido clave ante Deportes Iquique, donde ambas escuadras se jugaban la punta a una fecha del cierren. Además, levantaría la Supercopa tras vencer a la U por 2-1 marcando el primer tanto.

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Cerraría la temporada con 30 goles. Siendo el máximo goleador chileno del año, levantando cuatro trofeos y con el cariño de toda una hinchada que desplegaba un telón con su camiseta Nº 30 en la tribuna Mario Lepe González del estadio San Carlos de Apoquindo, su casa. En Renca fue declarado Hijo Ilustre de la comuna. En clásicos jamás se achicó, anotando cinco goles, cuatro a la Universidad de Chile y uno a Colo Colo durante esa temporada.

Luego de emigrar por segunda vez, el delantero fue visto en reiteradas ocasiones en la hinchada apoyando a la UC, como un fanático más y demostrando que este amor es para toda la vida. En su primer gol en México, celebraría haciendo el gesto de la franja. Un tipo que nunca ha ocultado su amor por la UC. Ese mismo amor que descubrió con sus cercanos y que nació en la población Huamachuco 1 de Renca, donde portaba la azul y blanca con orgullo.

La historia continúa. Nicolás Castillo está de vuelta con nosotros. Tras entrenar todo el segundo semestre del 2023 junto al plantel, fue oficializado como refuerzo para el presente año durante el mes de enero. En su presentación, no pudo ocultar su emoción por volver a vestir la Franja.

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Durante los últimos años, luchó durante harto tiempo. Logró superar los peores momentos de su vida y hoy disfruta en una cancha de fútbol. Hace cuatro años, Nicolás Castillo temió por su vida. Una trombosis lo tuvo al borde de la muerte. Muchos pensaron que no volvería a jugar al fútbol profesionalmente. Sin embargo, en un acto de resiliencia, el ariete retornó. Y lo hizo dándole alegrías al pueblo cruzado. Este año ya suma dos goles, ambos de tiro libre. Primero ante Everton. Luego uno clave en el alza que ha mostrado la UC de la mano de Tiago Nunes: el agónico tanto ante Iquique en el Tierra de Campeones, para el 3-2. Un deja vú de aquella inolvidable tarde en Cavancha, donde el 6-2 nos encaminó al bicampeonato.

Fue el máximo goleador de la UC en la década pasada, con 58 goles. La gente no olvida y le sigue manifestando su cariño. Lo piden y corean su nombre. El hincha recuerda que vino cuando nadie quería venir. Con 31 años, su objetivo con Universidad Católica sigue siendo el mismo que cuando debutó con 17 años: ser campeón y estar en el campo de juego. Ese es Nicolás Ignacio Castillo Mora. Nunca se dio por vencido y le ganó a la vida.